La esencia.
Lo perenne.
Lo personal.
Lo divino.
Lo mundano.
La promesa.
La alianza.
Lo eterno.
Lo único.
El principio.
La meca.
Es el grito de guerra.
Enter the void
Hace 5 años
domingo, 28 de febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
Karma Chamaleon
Ch ch!
Ey, vos!
No quiero que me hagas mal.
Tengo problemas con los hombres de ojos amarillos.
Alejate. O acercate. Pero ahora.
Ey, vos!
No quiero que me hagas mal.
Tengo problemas con los hombres de ojos amarillos.
Alejate. O acercate. Pero ahora.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Con esta lluvia.
Canción sugerida: Behind the wall, Tracy Chapman.
Cuando empiezaron los días de calor empecé a fijarme en vos. A medida que el sol abrasaba a la gente, yo te iba abrazando a vos. Y recordaba tus ojos, tu piel. La forma de tu boca, de tu cuerpo. Cerraba los ojos y me encontraba besándote. Me parecía sentir el sabor de los besos. El calor del aliento.
Y veía nuestras fotos, escuchaba nuestras conversaciones.
Una imagen única, muy de cine.
Los rayos del sol, como siempre, se cuelan por la persiana del living. Cada uno quema como el sol. El ventilador de techo, girando despacio, casi en vano. Abajo, yo sentado en el sillón y tu cabeza sobre mis piernas en canastita. Yo leyendo y vos escuchabas, tomando agua con una pajita muy larga. Que Emma es puta, que es indecisa, que necesita amar, que quiere que la amen. Que es el momento. Nuestro aire no es fresco, pero no es caliente. Es cálido. Afuera la gente se muere de calor, y vos me morís de amor.
Me levanto a buscar para fumar. Cuando vuelvo vos no estás. La persiana está abierta, las cortinas vuelan y el cielo llora sobre la calle la pérdida de un amor. Toda la noche es suya.
Cuando vuelvo vos no estás. Y no sé dónde estás. Cómo estás. Quién sos. Qué sos.
Cuando vuelvo vos no estás. Y Emma murió una vez más.
Y Emma se echó a reír, con una risa atroz, frenética, desesperada, creyendo ver la cara espantosa del desgraciado, que surgía de las tinieblas como un espanto. Il souffla bien fort, ce jour là, et le joupon court s'envola.
Cuando empiezaron los días de calor empecé a fijarme en vos. A medida que el sol abrasaba a la gente, yo te iba abrazando a vos. Y recordaba tus ojos, tu piel. La forma de tu boca, de tu cuerpo. Cerraba los ojos y me encontraba besándote. Me parecía sentir el sabor de los besos. El calor del aliento.
Y veía nuestras fotos, escuchaba nuestras conversaciones.
Una imagen única, muy de cine.
Los rayos del sol, como siempre, se cuelan por la persiana del living. Cada uno quema como el sol. El ventilador de techo, girando despacio, casi en vano. Abajo, yo sentado en el sillón y tu cabeza sobre mis piernas en canastita. Yo leyendo y vos escuchabas, tomando agua con una pajita muy larga. Que Emma es puta, que es indecisa, que necesita amar, que quiere que la amen. Que es el momento. Nuestro aire no es fresco, pero no es caliente. Es cálido. Afuera la gente se muere de calor, y vos me morís de amor.
Me levanto a buscar para fumar. Cuando vuelvo vos no estás. La persiana está abierta, las cortinas vuelan y el cielo llora sobre la calle la pérdida de un amor. Toda la noche es suya.
Cuando vuelvo vos no estás. Y no sé dónde estás. Cómo estás. Quién sos. Qué sos.
Cuando vuelvo vos no estás. Y Emma murió una vez más.
Y Emma se echó a reír, con una risa atroz, frenética, desesperada, creyendo ver la cara espantosa del desgraciado, que surgía de las tinieblas como un espanto. Il souffla bien fort, ce jour là, et le joupon court s'envola.
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